viernes, 1 de febrero de 2013

La Borrasca

Arrecia la borrasca en la fría
arrogancia de la noche
Remolinos de crueles palabras
instigan con rabia el despecho
que azota el pensamiento
Y la ausencia es tan notoria
que perfora el corazón

Una espesa bruma enmarca
el silencio de la calle empapada
donde apenas un cutre farol
alumbra la ausencia del sol
Se dibuja el aliento
en el gélido luto, sin luna
que trajea la ciudad

Los pasos sin rumbo
pasean la nostalgia y la amargura
murmurando su miseria en el asfalto
En las manos caídas, un cigarro
apagado, apretado entre los dedos
Y en el hombro la mochila
de un amor de cruel singladura

Al severo semblante acompaña
una mirada triste y taciturna
ajena, confiscada en alguna parte
de un algún lugar cualquiera
Escondida bajo el ala protectora
de un sombrero extenuado
que va llorando lluvia

Cuando... al fondo de la calle
prende luces, la mujer
de suspiro embelesado
Suave música y susurrar
apasionado
Y tras una bocanada de cigarro
se rinde la noche, al calor de su llamado

Hay chaparrones tenaces
en los oscuros túneles
camino a la desazón
Pero es más penetrante la punzada
que, ante el deseo, aguijonea la razón
Y sucumbe ante la carne, la aflicción

La luces y el humo ciegan la visión
del suceso vital que conmueve el ánimo
el cálido ambiente , urde su artimaña
y se olvida entre brazos ajenos, extraños
el autentico motivo que conmueve el interior

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar este espacio y compartir tu opinión