Miro a mi alrededor y mi gesto se transforma en una sonrisa irónica y esdrújula, porque no puedo dejar de acentuar la falsedad de los que se alaban censurando los errores de los demás, pretendiendo con ello alejarse de los propios.
Que facilmente nos hemos imbuido en una sociedad que pregona vidas y obras ajenas, escudriñando en los problemas de los otros, como si sus vidas fuesen impolutamente perfectas.
En todos los ámbitos de nuestra mal concebida sociedad prevalecen por encima de valores éticos, la envidia, la ambición, el egoísmo... Hurgamos, no con afán de ayudar, sino como consuelo o purga de nuestros propios errores
Hacer leña del árbol caído, mirar hacia otro lado cuando alguien nos requiere o simplemente generar falsos compromisos evadiendo la solidaridad con los demás, es una practica habitual, tan penosamente habitual que generamos falsos héroes, por el simple hecho de no permanecer ajenos al sufrimiento de otros.
Para hacer un mínimo análisis de estos comportamientos generalizados, solo basta entrar en un "chat" de Internet. Un medio de comunicación donde los usuarios no dejamos de decir... "solo entro para pasar un buen rato y relacionarme amistosamente con otras personas".
Nos asombramos de ver el tejido de enredos y problemas que se generan entre personas desconocidas, completamente ajenas unas a otras, que probablemente en su vida nunca se verán cara a cara y no poseen ningún interés en común.
Esta "comunicación" supuestamente tan agradable y ventajosa, se convierte a menudo en mentiras, cotilleos despiadados, envidias, descalificaciones.... Es tan penoso como abundante el sinfín de problemas que nos genera la "des-comunicación".
La posibilidad de generar una "pseudopersonalidad" perfecta, despojada de cualquier defecto, propiciando una visión distorsionada de la realidad que permite elevar falsamente la autoestima presentándonos y haciéndonos creer seres "pluscuamperfectos", lástima que hasta en el medio virtual..eso dura tan solo un suspiro, justo lo que tarda en aparecer la envidia o los celos.
La vida, el día a día, los sentimientos auténticos, la realidad sin distorsión no están en una pantalla manipulable y falsa.
Dejemonos de falsas espectativas y vanas fántasías.
De mentiras y provocaciones
Mirame a los ojos, tocame, atiendeme, ..y dime luego lo que "realmente" ves.
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