Dimelo

Dímelo
Cuando hable el mar
al camino
caracola que silba
en ocultos rincones
Dímelo
Cuando brote la luz
en colinas azules
consagrando el calor
de la piel envolvente
Dímelo
Cuando se frenen
los labios, yermos
de palabras
medrando los silencios
Dímelo
cuando se nuble la aurora
delatando desvelos
danzas, sudores y alientos
que fecundan la existencia
Dímelo
cuando se enreden las sombras
al rencor de la duda
y no encuentren salida
de regreso a la calma
Dímelo
cuando rompa el sol
grises entre nubes
y susurre el viento
en la fraga dormida
Dímelo
con aire sugerente
cuanto te hayas rendido
cuando vuelvas a volver
y me mires de frente