Sus ojos, lunas plateadas
de noche oscura
iluminaban la risa
De sus labios brotaban besos
humedeciendo sus bocas
que bebían de los alientos
Imposible deshacer el nudo
de su abrazo tibio
Imposible no dejarse cautivar
por la magia de la almohada
en bruma de sabanas
que tallaban sus cuerpos
Se perdieron en el bosque
seducidos por las caricias
y las canciones
Nació entonces el "nosotros"
un...a partir de ahora
en un susurro que abrumaba
el corazón
Entrelazaron sus dedos
apretando sus manos
plegaria que rompió el hechizo
superando barreras y distancia
Así, vivieron plenamente la leyenda
la mas hermosa y dulce
que un caracol y una libélula
podían soñar...
Preciosa leyenda, sin duda. Solo hace falta cerrar los ojos.
ResponderEliminarUn abrazo.