Escucha entre los pliegues de la sombra
el susurro de una dulce melodía
que desde el mar se acerca y te nombra
salpicando con su espuma, alegría
Es mi voz, que acude entre las gotas
salobres y lubricas, al viento
a gritarle mi amor a las gaviotas
quizá... lo lleven hasta tu pensamiento
pero...
En el silencio de las hojas
cuando caen engañadas por la brisa
En el de las lágrimas
que borran con su sal la sonrisa
En el de las arenas
que mueven el tiempo con prisa
Y.. en el silencio en si
Nunca he pretendido herir
ya que nada tengo
nada
porque... nada podía pedir
Anoche comenté estos versos y recuerdo la imagen con las gaviotas en la costa.
ResponderEliminarReitero lo dicho con cariño y amistad. Feliz viernes.
Si, lo se....
ResponderEliminarNo se si te pasa lo mismo, me da problemas el blog al publicar.
Gracias por leer mis pobres versos..al lado de los tuyos empequeñecen.
Un beso.