El invierno sabe a leña
a gris, blanco, azúcar y canela
A nostalgia y nieve como seña
hogar, abrigo y duermevela
Arboles desnudos al paisaje
Sopa caliente y pan recién cocido
Niñez, familia, caricia, maridaje
chocolate espeso y caldo hervido
Aromas de fogón, compañía
esperanza, adviento y alegría
Gélido frío que congela las rodillas
dátiles, nueces y dulzor de peladillas
Manzana, naranja y pera...
témporas de vigilia austera
un colage de colores… una veredaen el trayecto hacia la primavera
Que bello poema descriptivo. Has pintado el invierno de una forma sublime y con un extraordinario esmero por la simplicidad. Te superas cada momento, te centras y mimas cada palabra, las lleva suavemente a su sitio. Las palabras exactas, eso es, una más o una menos estropearía este poema para mi perfecto. Besos.
ResponderEliminarSi tu me lo dices...hasta me lo creo y salto de entusiasmo, porque me gusta que te guste.. Un besoo
EliminarQué belleza...
ResponderEliminarUn beso inmenso. Te echo de menos.
Ya sabes que aunque no me veas, siempre estoy muy proxima a tiii. muackssssss preciosaa
EliminarUn bello poema que te acerca el invierno como a un amigo, ofreciéndote sus bondades de una forma dulce y cálida.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Gracias Jorge, por tus palabras y por tu visita a mi blog. Espero que en algún momento podamos compartir poesía y declamaciones. Porque se lo fantástico que recitas y escribes. Un abrazo
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