Leve caricia temblorosa
que araña el alma
Suspiro rebelde
que inspira entre el miedo
y la nostalgia
Sol de otoño
que templa el frío
de la tristeza
Mirar que se quiebra
entre sollozos
de melancólica esperanza
Ese dar porque se siente
sin mas excusa que el cariño
Ese sentir porque se vive
sin mas motivo
que la propia existencia
Esa gota de lluvia
que la piel, codiciosa
de emociones, absorbe
Amapola que pincela
el color del prado
donde el verso germina
Frágil pétalo de flor
arrullado por coplas y sonetos
Reflejo de luna apasionado
que violenta la pupila
en su fulgor inmenso
Voz intensa, que se rasga
enternecida, en el delirio
de un poema
Cercano aleteo
de mariposa herida
que como nota de un
murmullo cadencioso
penetra hasta el corazón
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