sábado, 14 de agosto de 2010

El cajon de los recuerdos

Soy de esas personas que atesora una caracola encontrada sobre la arena de una playa, una pequeña piedra de un camino, las hojas de un castaño que me cobijo bajo su sombra....como mecanismo para activar en mi memoria recuerdos y vivencias. No le pongo otro valor a los objetos que el significado que su evocación provoca en mí. Así, una joya, por ejemplo, carece de otro valor que no sea el de su simbología afectiva. Adoro mis pequeños tesoros...y guardo con sumo cuidado los primeros dientes que se llevó el “Ratoncito Pérez” bajo la almohada de mi hija, un duro de plata que perteneció a mi abuelo, el primer anillo que él le obsequió a mi abuela, una toalla bordada con esmero por mi abuela, la cruz que me regalo mi madre y llevo siempre conmigo, un zafiro azul en el que alguien invirtió sus primeros sueldos.
Una flor seca entre las páginas de un libro, un llavero con forma de media moneda, un pequeño reno de peluche, un frasquito de aceite propaganda de un restaurante, una copa de cristal grabada, un espejito adornado con flores, … un poema. Cada vez que miro uno de esos objetos retorno al momento que representa. Claro que no todo son buenos recuerdos, pero con el tiempo, esos malos momentos se dulcifican y podemos valorar el aprendizaje que nos han aportado. Jamás me ha atormentado ninguno de mis objetos, muy al contrario, todos pertenecen a un momento importante de mi vida y su recuerdo me reconforta, me señalan el camino recorrido y el que queda por recorrer con su ánimo y su fuerza. Mi vida es un compendio de sucesos, los errores, los aciertos, los disgustos, las alegrías....las personas a las que quiero, las que solo pasan de largo...todo forja mi ser De los que no están ya, conservo el cariño con que en su día me obsequiaron, de los que están el apoyo constante, el amor, el respeto, la confianza. Los sinsabores se olvidan cuando abro mi cajón de recuerdos.
Guardo en mi memoria olores, sabores, sensaciones....de las que no quiero olvidar ninguna, impresiones de mi bagaje de las que extraigo, en el recuerdo, el maravilloso momento que significaron.

4 comentarios:

  1. .


    ...si, esos objetos se convierten en símbolos mágicos que encierran momentos vividos... vaya una excelente manera de mantener vivos y actualizados los recuerdos... preciosa entrada, gracias querida Wommy por compartir tus ardides de vida... jejeje... cuidate

    Fuerte mi abrazo...

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  2. No imaginas Alhami la enorme alegria que me ha dado leerte por aquí.
    Todos tenemos un cajón de recuerdos lleno de más o menos sensaciones inolvidables, entre ellas esta amistad que se teje en la distancia para la cual estos blogs son también,en cierta medida, un cajon de gratos recuerdos.
    Un fuerte abrazo

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  3. Tambien veo recuerdos en las pequegnas cosas que voy guardando... Parte de ellas estan en cajas, esperando la siguiente mudanza, pero este verano, necesitaba recuerdos para volver a reencontrarme.A veces tienes que volver al principio para seguir el camino, algo que te recuerde de donde vienes, para saber a donde vas . Un abrazo muy grande

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  4. Como me gusta verte y leerte por aquí...seguir compartiendo cosas mas allá de los días de verano que compartimos, ahora de lejos se ven las cosas diferentes y los objetos se llenan de recuerdos..tambien las palabras son reconfortantes cuando extrañas a las personas, los momentos, los paisajes...Un enorme besooo..lleno de nostalgiasss

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